Una colección de esencias que remiten a momentos especiales.
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Este proyecto nace del arte florista, complementado por el diseño. La sinergía de las necesidades de un arreglo multifacético y progresivo, con el carácter natural de los materiales y sus procesos de transformación.
Tanto el diseño, como el arte florista, nacen con limitantes, de materiales, temperaturas, entornos y procesos. Nuestra colaboración busca el partir de los mismos limitantes y no agregar más, pretendemos abrir las posibilidades y el panorama de ambas disciplinas a partir de un planteamiento libre, unidos y pautados en este proyecto por la piedra volcánica.
Ésta, es la cuna de insert flower name here ya que no florece en ningún otro tipo de suelo, dicho elemento rector nos guió para crear tanto el arreglo, como el florero. Utilizamos como inspiración, las líneas y geometrías de las plantas para crear una forma que representara la torsión orgánica de las flores, con las aristas de los pétalos tan definidos.
Parte de nuestra tarea como diseñadores es el acercarnos al material que proviene de la tierra, escucharlo, tocarlo y sentirlo. Sus procesos y las manos que lo tallan. Al hablar y convivir con los artesanos, podemos acercarnos mucho más al material, ya que ellos tienen una experiencia sin igual al buscar la piedra en los montes, asistido por su mula para poder bajar los bloques de material. Las manos que lo trabajan día a día, tallando con precisión los bloques a la forma que tiene perfectamente trazada en su mente.
Con los objetivos y prioridades claros se propone crear una línea de macetas modulares para crear diferentes relieves en un plano, Generado así una topografía hecha de barro como la que se encuentra en las Galera estos espacios infinitos en los talleres, donde las piezas cobran vida.
Revoluciones simples que sumadas generan piezas complejas que serán habitadas por seres naturales, estos últimos tomarán posesión de la pieza y la decoran agregando un acento de color a la pieza.
Una parte de las ganancias es destinada a una fundación que le da mejor educación a los hijos de las personas que trabajan en las ladrilleras.
Una vajilla de cerámica de alta temperatura con estilo contemporáneo en donde se busca reflejar la identidad de la Ciudad de México, hablando del caos que representan sus calles y topografía, traducido a un diseño limpio y simple.
Como parte del trabajo para celebrar que la CDMX es la capital del diseño 2018, se quiso hacer un tributo a esta gran Ciudad, en dónde Juntando tazones hablando de lagos, tazas de montañas y platos de las principales calles se logra una perfecta conceptualización de la CDMX.
Entre más de 800 seres humanos trabajando bajo la bandera de Ánfora, empresa orgullosamente mexicana con casi 100 años de tradición, se encuentran personas que tienen alguna discapacidad auditiva o verbal, convirtiendo en un gran reto la comunicación necesaria en el proceso de producción de piezas.
Esto nos recuerda la importancia del lenguaje de señas.
Pensando en ellos, decidimos plasmar el lenguaje se señas en una colección de tres piezas cerámicas, que nacen a partir de la abstracción que forman las manos al generar las señas. Es así que buscamos retratar de manera estética una pequeña parte del mundo infinito de la comunicación humana.
Para el material se creó un terrazo cerámico a partir de fragmentos de piezas reutilizadas que luego fueron mezcladas con pasta, lo que significa que trabajamos con un material 100% reciclado que además optimiza los recursos de la planta. Por el tamaño de las piezas, se vacían y queman en el área dónde normalmente se hacen los sanitarios, refrescando esta zona con nuevas ideas y proponiendo mejoras en el aprovechamiento de los hornos.
Gratitud, Felicidad y Amor: estas palabras están plasmadas en el sentimiento de cada pieza, ya que su forma nace de la seña correspondiente. Para no olvidar el origen de cada pieza decidimos agregar a ellas la palabra que representan en lenguaje braille, permitiendo de esta manera agudizar aún más nuestros sentidos.
El proyecto recibe su nombre en homenaje a todos los trabajadores de la planta de Ánfora por mostrarnos que el mundo debe evolucionar hacia la inclusión e invitando a otros a ser incluyentes por medio del diseño.
Colaboración con Víctor, el artesano que hizo el molcajete más grande del mundo.
En éste proyecto buscamos el simplificar el trabajo del artesano, reduciendo los pasos que debe de tomar para crear el clásico molcajete. Además, logramos incorporar la medida pequeña y mediana en caras opuestas del molcajete, dándole mayor versatilidad de uso a los usuarios.
Cosmo es una mezcla entre la perfección de la maquina y la imperfección humana.
Por medio de la combinación de métodos y materiales se logran obtener piezas únicas e irrepetibles que cargan consigo la esencia de la imperfección que caracteriza y hace especial al ser humano.
Proyecto para Absolut, son vasos de cobre martillado, elaborados en Santa Clara del Cobre, Michoacán.
Parte de una serie de objetos hechos con cadena, dando forma y rompiendo con el concepto de “contenedor”, dando la forma evidente de un jarrón, sin embargo, manteniendo únicamente la parte decorativa y parcialmente “contenedor“.
Vajilla de cerámica de alta temperatura esmaltada en tres tonos degradados que van del negro al blanco pasando por un gris intermedio. La finalidad de Tempo es reflejar el paso del tiempo, desde un amanecer hasta un atardecer, es por ello que se utiliza el degradado de color como una abstracción de la manera en la que los colores del cielo evolucionan durante el día.
Se desarrolló con un estilo contemporáneo utilizando una técnica innovadora en la aplicación de esmalte al realizar el degradado, revolucionando la producción de acabados de Anfora, empresa con la cual se llevó a cabo la colaboración para el proyecto y que lleva más de 90 años en el mercado, sin embargo manejaba líneas de diseño que carecían de esta frescura.
Tempo es una vajilla que se presenta en un set de 4 piezas que incluyen dos platos planos de diferente dimensión, un bowl y una taza que al ponerse juntas y en contexto pueden generar composiciones interesantes jugando con el acomodo y el degradado de cada pieza.
Este bowl es una oda a los juguetes que algunos teníamos de chicos, el típico luchador en inyección de plástico.
Decidimos usar un método de producción que resaltara las rebabas de plástico que solían quedar en el borde de la figura, la fundición en aluminio es un proceso que, si no es pulido, queda con una estética relativamente cruda, otorgándole un carácter distintivo a la pieza.
Explorando las diferentes formas de uso de velas en hogares, mezclamos las formas y generamos un objeto que da vida a los espacios, reflejando el resplandor incandescente de las velas que porta.
¿Qué sucede si jugamos un poco con la línea de producción? Nos adentramos en Anfora, y decidimos jugar un poco con el proceso de producción. Utilizamos una pistola de burbujas y le pusimos esmalte.
¿El resultado? Una serie de platos Rorschachianos con acabados únicos entre sí. Cada plato de la serie tiene una identidad diferente, escoge con el que más te sientas identificado.
Fusionamos los moldes con la pieza final que producen, tratando de demostrar una parte de su proceso de producción e incluirla en estética.
Utilizando vidrio reciclado, buscamos plasmar el lado tan natural del vidrio, su proveniencia del subsuelo y sus minerales.
Así que usamos una piedra para darle ese carácter a la hora de formar el vaso.